La llegada del frío y la proximidad del invierno han hecho que muchas personas busquen fórmulas, más allá de los sistemas de calefacción o el aislamiento térmico de la vivienda, de sentirse cómodos y a una temperatura agradable y cálida en su hogar. Para ello, hay muchos aparatos o fórmulas para lograrlo, y uno de los más asequibles y cómodos es la manta eléctrica.

Y es que la manta eléctrica es una solución perfecta para tener que evitar abrigarse dentro de casa o poner la calefacción más horas de las necesarias, lo que la convierte en una opción también para ahorrar en la factura energética.

El consumo de una manta eléctrica permite ahorrar

Según explica Endesa en su página web, las mantas eléctricas suelen tener entre 100 y 150 W de potencia, por lo que su consumo no es muy elevado. 

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Desde el portal cifran que el consumo medio de una manta eléctrica supone alrededor de 15 euros al año, según "el precio medio del kWh en los últimos 12 meses, 0,143 euros". El consumo por hora apenas llega a los dos céntimos. 

El modelo ideal, según explican los expertos, debe tener un regulador de temperatura y con varias funciones para poder regularlo y adaptarlo a las necesidades de cada momento y, de este modo, poder ahorrar.

Su bajo consumo energético y su alta eficiencia convierten a la manta eléctrica en uno de los aparatos más requeridos en estos meses de frío para conseguir una temperatura agradable en el hogar.